Real Orden al Mérito Deportivo Español
Insignia Olímpica (COE). Miembro The Royal Geographical Society
Aro Azul, Federación Internacional de la Diabetes (IDF)
Ganador de la FAN EDITION de los premios BORN TO BE DISCOVERY
POLO SUR GEOGRÁFICO
El sollozo del viento
Primero vuelo a Santiago de Chile, desde hay a Punta Arenas, donde cogeremos el Ilusyin, un potente avión ruso, y que después de 5 horas de vuelo, cruzando el estrecho de Drake, aterrizara felizmente, sobre una pista de helada de casi 20 kilómetros de largo, (que es lo que necesita nuestro avión, con tren de aterrizaje de ruedas hasta detenerse) en la base canadiense de Patriol Hill, inicio de nuestra aventura.
Cuando yo aterrizo, mis compañeros llevan ya muchos días de travesía, la verdad es que están realizando una autentico odisea antártica, ¡ojo, su odisea¡ Yo debo esperar casi 12 días solo, hasta que por fin las condiciones de vuelo, para mi pequeña avioneta me traslade hasta la posición en la que me esperan mis amigos Willy y Ángel.
Gracias al teléfono vía satélite, todos los días puedo hablar unos minutos con ellos para intercambiar datos y posiciones y sobre todo el poder hablar con Tanya y así, hacer mas llevadera mi soledad en el este paraje helado.
Cuando me monto en la minúscula Dehavillan mi avioneta, estoy nervioso, debemos volar y gracias al GPS, ir al encuentro de mis compañeros que previamente han preparado, gracias a sus esquíes y después de caminar mas de 8 horas sobre el mismo lugar, una pista de 200 metros de largo, en la cual debo aterrizar.
Cuando aterrizamos, empleando solo un tercio de la pista (para desazón de mis compañeros) y en medio de la niebla, cuando los veo por primera vez no los reconozco, entre las gafas de glaciar, el pasamontañas de forro polar con windstopped y las barbas, me parece estar abrazando a dos desconocidos, pero por su voz se que son ellos.
La avioneta se marcha rápidamente para que no se le congelen sus “órganos” vitales, nosotros nos metemos en una tienda de campaña y comemos una buena comida que he llevado preparada en dos fiambreras y que me habían preparado los canadienses en la base de Patriol Hill.
Después con la comida todavía en la boca, nos ponemos en marcha.
Para situaros os diré que el paralelo 89º00’00’’ latitud Sur, esta situado en la meseta Antártica a unos 2.800 metros de altura sobre el nivel del mar, pero que debido a la posición que ocupa esta parte del Planeta, y a la menor densidad, el cuerpo humano se cree que esta casi a 5.000 metros de altura.
Al ponernos en marcha yo sentí que no me encontraba bien, tener en cuenta que horas antes estaba a 800 metros de altura y en pocas horas mi cuerpo se creía que estaba a 5.000 metros y me estaba afectando la altura.
Con nosotros vienen 4 personas mas que se nos han juntando a ultima hora (dos ingleses y dos canadienses) y de verdad que lo sentí mucho, pero a los pocos minutos empecé a vomitar y me puso muy malo. Tanto es así que tuvimos que parar, pues literalmente me doblaba por la mitad, y tuvimos que montar las tiendas. Aunque yo iba dormir solo, esta primera noche Ángel se queda a dormir conmigo y Willy en mi tienda, y debo decir que me prepararon 11 veces diferentes sopas y te, pues cada vez que bebía algo lo vomitaba y claro, en este duro deporte, la deshidratación es mortal.
Pase muy mala noche (recordar que aquí, en diciembre, tenemos durante seis meses luz del Sol, las 24 horas del día), y a la mañana siguiente, cuando me desperté, me encontraba muy débil, aunque ya aclimatado a esta “altitud”.
Nos ponemos en marcha, la verdad es que seguimos las mismas pautas que en nuestra expedición al Polo Norte Geográfico, salvo que en el Norte recorríamos 17 kilómetros al día, debido a que el hielo tiene un 57% de salinidad marina, y aquí, en el Sur, al ser un continente de hielos perpetuos, este es 100% agua, y este hielo nos permitía avanzar 24 kilómetros al día.
También la temperatura es mas benigna, pues esta estabilizada a 24º bajo cero, y al estar sobre un continente (y no sobre el océano Ártico), al montar la tienda de campaña, con los oblicuos rayos de sol, se estaba realmente confortable, sin necesidad de tener que activar los quemadores.
Como mis compañeros de expedición vienen más rodados que yo, imponen un ritmo vivo, me cuesta seguirlos, debo apretar los dientes, afortunadamente las pautas de insulina las tengo bien aprendidas de la expedición pasada y me controlo bien. Montar las tiendas de campaña, quitarse la ropa congelada, seguir las rutinas, me parecen sencillamente una prolongación de mi expedición al Polo Norte Geográfico, es como si retrocediese en el tiempo ocho meses.
Estas expediciones son prácticamente iguales en lo referente a la rutina, avanzar, montar la tienda, comer, descansar, dormir, desmontar la tienda para volver a avanzar arrastrando la pulka.
Hay que tener las ideas muy claras, pues es muy fácil caer en la depresión, pues este paisaje, que aunque a mi me tiene enamorado, es muy monótono.Aun así esta actividad es hermosa.
Día a día le vamos ganando terreno a nuestra posición de llegada, a veces la niebla lo cubre todo y entonces, todos juntos, cual serpiente multicolor avanzamos paso a paso (esta vez, voy con esquíes), también aquí nos guiamos con la brújula, una vez realizadas las correcciones magnéticas oportunas (ósea teniendo en cuenta la desviación magnético-terrestre) y solo utilizamos el GPS para comprobar ruta y distancia al punto final.
El ultimo día, amanece despejado, el cielo parece recién sacado de la lavadora, azul, brillante, el GPS nos indica que faltan 19 kilómetros y efectivamente en la lejanía vemos la estación Antártica Scott-Admunsen.
Guardamos la brújula y avanzamos a simple vista, estamos ya dentro de la Base Científica americana, estamos avanzado sobre la pista de aterrizaje que aprovisiona a los científicos aquí instalados, vemos a gente trabajando en la Base, se rompe el romanticismo, y así poco a poco nos vamos preparando para llegar a este mágico lugar, al impacto emocional que supone el alcanzar el Polo Sur Geográfico.
Por fin el día 3 de enero de 2.003, al amanecer alcanzamos la bola del mundo metálica que representa los 90º00’00’’. ¡Una vez mas lo hemos conseguido¡
Willy y Yo estamos muy contentos y compartimos nuestro triunfo con Ángel, estamos rodeados de las 12 banderas de los países garantes de la no explotación de los recursos naturales de este bello y frágil continente.
Nosotros depositamos una Ikurriña, como mudo testigo de nuestro paso y hazaña.
90º00’00
Siempre, repito, siempre, repites las mismas rutinas, rutinas que son las esenciales para la supervivencia en este terreno hostil, a veces sopla un poco mas el viento y nos ponemos a 51º bajo cero, pero nada importa, seguimos avanzando día a día, metro a metro y así, sin darnos cuenta, un domingo 14 de abril, a las 13 horas,del año 2.002, nuestros GPS, señalan los 90º00’00’’.
Somos los primeros vascos y de los pocos del mundo que hemos conseguido llegar a los dos Polos Geográficos.
Polo Sur Geográfico | 3 DE ENERO DE 2003 | PRIMER DIABÉTICO DEL MUNDO