JOSU FEIJOO

Nos los pasamos realmente bien con el, ha subido al Aconcagua 27 veces, tiene el record del mundo de permanencia en la cima del Aconcagua con 62 días/noches y varios “ochomiles” tambien.

Pero en esta ultima experiencia para culminar The seven summits, incorporamos a nuestro equipo a dos personas diabéticas, que al igual que yo son insulino dependientes y que no son alpinistas profesionales.Así Elena Eggers y Javier Torrents, vencen sus miedos y se unen a nuestra expedición.

Primero visitar Moscú, recoger todos los visados y conocer a nuestro guía para luego volar a Georgia y de ahí en furgoneta, cruzando otra vez la frontera, entrar de nuevo en Russia, para ir hacia nuestro destino.
En Baksan-Chelguet a 2.300 m. pasaremos 3 días en los cuales escalamos el monte Chelguet de 3.461 m, como fase previa de aclimatación.
Luego subimos al refugio de Barrels a 3.750 metros de altura, subimos en un funicular y un teleférico que seguro que inauguro en su día, lustros atrás, el mismísimo Lenin.
Se trata de unos toneles gigantes, en realidad son cisternas, como las que llevan los camiones para trasportes líquidos, pero gigantes, están muy bien acondicionados, todo un poco viejo y sucio, pero en peores sitios hemos dormido.
Vamos con Anatoly Moshnikov, una leyenda viva del alpinismo mundial, es nuestro guía, un autentico lujo y en el precio pactado tenemos incluido alojamiento, guía y todas las comidas.
En esta ocasión, junto a mi compañero para The Seven Summits, Jon Goikoetxea, nos acompañan dos buenos amigo, Víctor Izquierdo, excelente alpinista y Santiago Carvajal, buen montañero y amigo.

Siguiendo las pautas típicas de esta ascensión vamos desgranando una a una las diferentes etapas, pasando así por Puente del Inca, luego por Horcones, por Confluencia, donde pasaremos 2 noches, subiendo hasta el mirador natural de la cara Sur del Aconcagua cerca de Plaza Francia y por ultimo Plaza de Mulas o Campo Base (C.B.) del Aconcagua a 4.300 metros de altura.
Llegamos todos muy bien y así a los dos días ascendimos al Pico Bonete de 5.005 metros de altura, subimos todos y como Elena coronaba su primer “cincomil” le hicimos un recibimiento especial en la misma cima.
Luego, siempre bajo las pautas que nos marca nuestro guía Fernando, empezamos a subir esta montaña, lo primero es subir al Campo Uno, C.I. o Nido de Cóndores a 5.400 metros.
La primera subida la hacemos ligeros de equipaje, solo subiremos, pasaremos unas horas en este lugar y bajaremos a dormir al C.B.
Al día siguiente ya subimos a dormir, debemos subir mucho peso, para así montar la tienda, tambien subimos comida, sacos, gas…en fin…lo normal en las expediciones.
Pasamos buena noche, al día siguiente, siempre con muy buen tiempo, subimos hasta el Campo Dos (C.II.) o Berlín, aunque nosotros vamos a dormir a escasos 300 metros de distancia de Berlín, en lo que se conoce como Campo Cólera a 6.000 metros de altura.
Subimos bien a este lugar, incluso en horarios buenos y luego nos bajamos a descansar al C.B. por unos días para el ataque final a cima.
La buena fortuna que nos ha acompañado hasta ahora se tuerce, pues nos avisa la “meteo” de que en los próximos 5 días viene muy mal tiempo, mucho viento, ráfagas de hasta 100 Km. por hora, así que a esperar nos toca…
Como nos sobra buen humor y ganas de dar paseos estos cinco días pasan rápidos y así el día 7 de febrero salvo Elena que decide quedarse en el C.B. salimos todos hacia el C.I.
Subimos rápido, se nota la aclimatación, el viento hace acto de presencia pero ha bajado en intensidad. Pasamos una buena noche en Nido de Cóndores y al día siguiente subimos a dormir a Cólera, tambien subimos, muy cargados pues subimos sacos de dormir, comida, gas…lo mismo que para el C.I.
Es nuestra primera noche en Cólera, y según el plan previsto queremos salir hacia Cima a las 5 de la mañana. Todos pasamos una buena noche y a la hora prevista, salimos hacia la Cima.
Salimos los primeros, todo el mundo espera a que nuestro guía y amigo marque el camino y el ritmo…
Hace frió en estas primeras horas de la amanecida, aun así subimos rápido, bueno, sobre todo mi compañero oficial en el proyecto The Seven Summits, Jon, que enseguida mete el turbo y sale disparado.
Llegamos a Independencia y paramos un rato a comer algo, al salir de este emplazamiento debemos cruzar la “Travesía de los vientos” que va desde 6.500 metros de altura hasta La Cueva, que esta a 6.700 metros, y la verdad es que esta travesía hace honor a su nombre, el viento nos golpea sin piedad…
Aun así llegamos enteros a la Cueva donde paramos a comer algo, son las 12 del mediodía, aquí pararemos 30 minutos para encararnos con La Canaleta.
Este año ha nevado muchísimo y la canaleta esta totalmente cubierta de nieve, que debido al fuerte viento de los últimos días la ha petrificado, encontrándonos con un hielo durísimo, y gracias a que venimos con los crampones puestos desde el C.I. da por resultado que esta subida, temida por muchos, a nosotros nos resulta una subida muy cómoda y rápida, bueno teniendo en cuenta la altura a la que estamos aquí.
La canaleta va desde los 6.700 metros hasta los 6.850 metros (siempre estas medidas aproximadamente).
Es al inicio de La Canaleta cundo nos cruzamos con Jon Goikoetxea que ya baja de la cima, acaba de completar The seven summits y me abrazo a el muy contento, todos le felicitamos, pero ahora debemos centrarnos en nuestra progresión.
Acabada la “temida” Canaleta, giramos a la izquierda, subimos a media ladera, la pendiente es más fuerte de lo que creíamos, pero nada preocupante y así sin darnos cuenta salimos a la Cresta del Huanako, y que en 40 minutos nos deposita a todos en la cima del Aconcagua.

Que momento, las lagrimas acuden a mi…acabo de culminar The Seven Summits, llegamos los primeros a la cima y detrás vienen unos 40 alpinistas de todo el mundo.

Me abrazo a mi buen amigo Víctor Izquierdo y sigo llorando, Víctor me felicita de todo corazón, luego Santi, Javier y Fernando se funden en un abrazo conmigo, todos ellos se alegran de que acabe este proyecto que empecé hace 6 años, un sueño, un sueño que pensé que podía ser inalcanzable para mi…y sin embargo es una realidad, me acuerdo ¡como no! de Jon Goikoetxea que ya debería estar en el C.B. pues es muy rápido bajando, me acuerdo de mi padre, que se que me esta viendo desde el cielo, de mi hija Katya y de mi mujer Tanya, de mi madre, hermana y familia, así como de todos mi patrocinadores y amigos, los que siempre me han apoyado…

El día es precioso, totalmente limpio, la vista se pierde en el infinito… La cima del Aconcagua, el continente americano a mis pies…