JOSU FEIJOO

Fantástico.Si tuviese que buscar una palabra para definir esta expedición, esta seria la palabra elegida.

No solo la satisfacción de escalar el Kilimanjaro, la montaña mas alta de África, con sus 5.895 m. sino el encanto de sus gentes, la visita al crater del Ngorongoro y el lake Manyara, el contacto directo con la naturaleza, la visión en vivo de los leones, guepardos, elefantes, jirafas, y sobre todo el haber convivido con los guerreros masais, siendo anfitriones de su jefe Teyte.
Dentro de nuestro proyecto Internacional de querer, mi compañero de escalada Jon Goikoetxea y yo, escalar la cima mas alta de cada continente, The Seven Summits, partíamos a principios de junio al Kilimanjaro.

Kilimanjaro, Uhuru Peak, montaña libre que le llaman los lugareños, es con sus 5.895 metros de altura la montaña más alta del continente africano.

No es difícil, ni técnica, ni muy bonita, pero aun así, a nosotros nos ha enamorado.
Elegimos la ruta Machame, que no tiene nada que ver con la ruta normal (Marango, mas comercial y masificada).
Debemos dormir en tiendas de campaña, llevar cocinero, ayudante de cocinero, porteadores y ayudantes de porteadores, además dos guías, uno para Jon de nombre Combo y otro para mí, de nombre Freddy.
Todos, absolutamente todos son encantadores, se desviven por atendernos.
Salimos desde nuestro idílico hotel en Moshi (ciudad de Tanzania), en jeep con todo nuestro equipaje hacia Machame Gate, o la puerta de entrada al parque Nacional del Kilimanjaro.
Por esta ruta le vamos a dar la vuelta prácticamente al monte Kilimanjaro.
Este tramo del camino trascurre por un agradable bosque tropical y que en menos de cuatro horas, repito muy agradables, nos lleva hasta Machame Camp, donde a 3.200 metros de altura, plantaremos nuestras tiendas de campaña y resto del campamento, pues en total vamos 12 personas en nuestro equipo.
Al día siguiente salimos y seguimos por la misma pendiente del día anterior, llueve ligeramente hasta que sobrepasamos la barrera del bosque. El camino es muy cómodo, y ahora más seco y en menos de 3 horas llegamos hasta Shira Camp, a 3.840 m. donde montamos nuestro campamento.
Pasamos una noche muy agradable, buena cena y al día siguiente partimos hacia nuestro siguiente punto de aclimatación.
Aquí el camino es más descarnado, no hay prácticamente vegetación, se ven los glaciares colgantes de la ladera Sur del Kilimanjaro, en la lejanía, el Meru Peak.
En 2 horas y media, llegamos a Lawa Tower a 4.700 metros de altura y en este punto montaremos el campamento para pasar la noche antes del siguiente punto de acampada.
Esa misma tarde subimos hasta Aarun glacier a 5.000 metros de altura como punta de aclimatación en diente de sierra.
Al día siguiente, tranquilamente en 5 horas salvando fuertes pendientes y bajando profundos desniveles, por un camino “lunar” sin ninguna sombra y muy polvoriento, llegamos hasta Barafu Camp, a 4.750 metros de altura.
Hemos rodeado al 80 % esta montaña y ahora nos encontramos en el último campo, muy venteado, y al abrigo de un farallón de rocas montamos el campamento.
En breves horas saldremos hacia la cima, Jon y yo estamos muy bien, muy animados.
26 de junio de 2.008:
A las dos de la madrugada nos despertamos y dentro de la tienda de campaña nos vestimos, afuera nuestro cocinero nos prepara el ultimo desayuno en altura. Yo me hago un control de glucosa, de hecho todos los días me he hecho más de 5 controles y los estoy enviando vía telemedicina gracias al sistema Roche-enminents y con un Terminal Nokia, adaptado a mí medico en Vitoria. Todo OK.
Jon y salimos, hace frío, el termómetro marca 17º bajo cero, vamos abrigado como cuando estamos en Alpes.
Nuestros dos guías se ponen uno en cabecera del grupo y otro en la cola.
Avanzamos rápidamente, hay otros alpinistas que han salido hasta 3 horas antes que nosotros, pero les adelantamos a todos y para las cuatro de la mañana vamos en cabeza.
El camino esta muy marcado, es una senda muy polvorienta debido a las miles de personas que han pasado por este punto, en la lejanía comienza a despuntar el alba, el cielo se torna de un romántico color anaranjado.
La temperatura baja un poco más y sitúa mi termómetro a menos 25º bajo cero.
Comienza a soplar un ligero viento y la sensación térmica es todavía de mas frío.

Amanece, que grandeza visual, la sabana africana, el bosque tropical, el reino animal africano, todo queda a nuestro pies...

Comenzamos a caminar sobre el duro hielo que cubre la cabeza del Kilimanjaro, hielos perpetuos y creo que por siempre jamás…por mucho que digan…
Huele un poco a azufre, pues todavía algunas “fumarolas” siguen humeando desde el calido vientre de esta montaña.
En la lejanía vemos el poste que indica que estamos en el techo de África, dentro de nuestro proyecto es la primera vez que Jon y llegamos juntos a la cima…y así sin darnos cuenta a las 7h 13 minutos de la mañana, Jon y Yo nos abrazamos en la cima del Uhuru Peak a 5.895 m.
¡Lo hemos conseguido¡