Real Orden al Mérito Deportivo Español
Insignia Olímpica (COE). Miembro The Royal Geographical Society
Aro Azul, Federación Internacional de la Diabetes (IDF)
Ganador de la FAN EDITION de los premios BORN TO BE DISCOVERY
EVEREST
18 de mayo de 2.006; día de ataque a cima
Salgo y cuando me giro hacia donde discurre el camino de salida me quedo petrificado.
Solo veo infinidad de luces de las frontales, pero muy lejos, a mas de 100 metros, y entre ellas y Yo una negrura infinita.
Me entra una gran desolación.
Me pongo a caminar tratando de encontrar la cuerda fija y el sendero, pero no veo nada, llevo puestas las gafas de ventisca.
La noche esta totalmente despejada, hay infinidad de estrellas y la nieve debido al cristal coloreado de mis gafas tiene un color extraño.No encuentro el camino, subo a ciegas, me hundo en la nieve fresca caída en las ultimas horas hasta la rodilla…esto va mal, pienso yo, es mas, pienso que debo serenarme o esperar a Muktu, pero con este frió pararse es un suicidio.
Sigo subiendo hay muchas cuerdas finas de las banderas de oraciones, que se me enredan en los crampones y me caigo.
Me levanto cabreado conmigo y con el mundo, se me han empapado los guantes, es una nieve muy fresca, peligrosa de cara a las congelaciones.
Sigo andando a oscuras, no veo mucho, se me cae la frontal, se me caen las gafas de ventisca…pero bueno estoy tonto o que…pienso literalmente.
Las gafas las guardo en la mochila, la frontal la vuelvo a colocar en mi cabeza, me vuelvo a caer…pero que me pasa, pienso con angustia, si yo siempre he sido un montañero tranquilo y racional.
Estoy nervioso, las luces de los que me preceden cada vez las veo más lejos, tan lejos como empiezo a ver mis opciones de ataque a cima…
En estas que de repente alumbro con mi frontal la cuerda azul, estoy en la senda ¡aleluya¡.
Me paro, me tranquilizo, cuando de repente siento una mano que me toca por la espalda, me giro y ahí esta Muktu y Pasang.
Muktu como si tal cosa me dice.
- Josu piano, piano…
Automáticamente me relajo, me tranquilizo.
Empiezo a caminar, le digo a Muktu que me certifique que si he guardado bien mis gafas en la mochila, también que me confirme que si tengo el regulador a dos litros. Me dice a todo que si.
Empiezo a subir, rápidamente, antes de lo que me imagino, empiezo a coger ritmo, me empiezo a encontrar muy a gusto, miro el reloj y veo con estupor que son la una de la madrugada, pero que rápido pasa el tiempo.
El camino es una ligera cuesta, con una inclinación de unos 30 grados, muy fácil, el hielo esta duro, hay algunas tiendas de campaña al lado izquierdo, las ultimas de este C.III. pero están todas con las luces apagadas, o no hay nadie o están dormidos, esta primera rampa tiene unos 125 metros de longitud que acaba en la pared que lleva al hombro del Everest. Al acabar esta rampa, nos espera un tramo de escalada en roca, muy fácil, pero a esta altura todo se complica.
La pared la llevamos siempre a nuestra izquierda, en dicha pared están ancladas las cuerdas fijas, y tras un leve giro a izquierda, empiezo a trepar. La pendiente aumenta, ahora hay mas roca que hielo y noto como mis crampones muerden la roca pelada, la oscuridad es total, solo lo que alumbra mi frontal y algun vestigio de la luz de la frontal de Muktu y Pasang, venimos los tres solos. Todo el mundo esta por delante nuestro, solo José sigue atrás, pero ya veo que ha salido de la tienda de campaña.
Estoy a 8.450 metros de altura, ahora estoy en un tramo con varios pasos verticales, tramos repito que sencillos, además en ellos hay dos y hasta tres cuerdas, algunas viejas y aunque llevo el jumar metido por la azul, con la mano libre me agarro a las cuerdas fijas viejas.
Me enfrento a un pequeño paso de escalada de un muro de 4 metros que la verdad al superarlo me deja muy jadeante.
Ahora estoy en un tramo bastante vertical, de unos 20 metros que se que acaba en el lomo del hombro que lleva a la cima.
Lo subimos a buen ritmo, Muktu me vuelve a susurrar que estoy muy fuerte, que vamos muy rápido, cuando estoy llegando al final de esta subida, de repente veo un potente foco que me deslumbra.
¡Ostras¡ pienso Yo, si que las expediciones comerciales alumbran bien a sus clientes para subir, intento buscar el cable eléctrico que lleve electricidad a estas alturas…hecho imposible, pero con este dato quiero que entendáis, como funciona el cerebro humano ante la falta de oxigeno…cuando llego a la cresta del lomo, me encuentro con el foco de luz dándome en los ojos directamente…estoy cegado…luego me rio ante mis ultimas reflexiones….se trata de la Luna.
Hay dos personas sentadas bebiendo y cual es mi sorpresa al ver que se trata de Carlos y su sherpa.
Carlos me dice que esta bien, que llego muy cansado al C.III. pero que no se rinde, va con oxigeno al igual que su sherpa y ambos nos deseamos suerte, le digo que si le importa que le adelante y me dice que animo.
Muktu y Pasang vienen detrás mío, ahora estoy caminando sobre el afilado borde de la loma NE del Everest, estamos a 8.500 metros de altura, y en ese momento Muktu me toca el brazo y me dice que mire hacia abajo, hacia el lado nepalí, hacia la cara Sur y veo muchas lucecitas, seiscientos metros mas abajo que están saliendo del Collado Sur para subir a la cima del Everest desde la otra vertiente.Esta visión es impresionante, jamás la olvidare.
Cuando hemos recorrido 50 metros me encuentro un alpinista sentado en mitad de la arista, justo por donde debo pasar yo, además es un tramo peligroso, a ambos lados hay precipicio, según me voy acercando e iluminándolo con la luz de mi frontal, voy pensando que deberé soltar la cuerda del jumar y destrepar un metro hacia la vertiente norte, con el peligro que ello conlleva para mi, pues fuera de la huella, la pared a la que debo “bajarme” da la sensación de ser nieve o hielo muy inestable, “pegado” a la pared frágilmente.
Opto por darle un pequeño puntapié con la punta de mis crampones para despertarle y que se incorpore y me deje pasar sin gran peligro.
Cuando llego a su altura, me paro y cuando voy a darle un leve toque, Muktu que viene detrás de mí me dice al oído:
- Don´t touch, he is died.
Esta muerto y yo a punto de pegarle una patada, me quedo petrificado, todos sabemos que hay muertos en los metros finales y este es uno de ellos, asusta pues quien me dice que este no era mejor que Yo.
Muktu me dice que es un sherpa que murió ayer de agotamiento al bajar de la cima, su cliente se salvo, pero el no pudo mas.
…Mientras yo observo el cadáver de este sherpa muerto…
…La verdad es que parece que solo esta durmiendo, esta sentado en el suelo, con las rodillas encogidas y los brazos apoyados en ellas, la cabeza esta recostada sobre los brazos, lleva un buzo de ataque a cima North face, las mismas botas que yo, los mismos guantes que yo, podría ser cualquiera…podría ser yo…
Como esta muerto, cojo y paso por encima suyo, noto como una punta de mi crampon le roza, pero seguro que a el ya no le importa. Pero debo seguir, ahora me obligo a concéntrame, hay que dosificar bien las fuerzas, no se trata de subir, sino de bajar y bajar hasta el CBA.
Pienso en mi hija Katya, a la que no quiero dejar huérfana…la verdad es que me ha afectado esta visión, todos hemos oído que en los últimos metros antes de llegar a la cima del Everest hay cadáveres, algunos recientes otros de años atrás, pero hasta que no los ves, no te lo crees.
Ahora veo el grueso de alpinistas que han salido del C.III. hacia la cima, en total habremos salido unas treinta personas, pero lo que me mosquea es que estoy viendo tres luces que vienen hacia mí, y no se trata de una alucinación.
Efectivamente se trata de gente que se ha dado la vuelta en el primer escalón al verlo muy difícil.
Me da pena, retirarse de la cima tan cerca.
Este tramo es muy aéreo, pero aéreo de verdad, el camino tiene unos 60 centímetros de ancho, hacia el lado norte hay una caída de 2.000 metros y hacia el lado sur una caída de unos 2.800 metros ambas prácticamente a “plomo”.
Hay que centrarse en hacer bien las cosas, un tropezón, una enganchada con las cuerdas fijas y puedo tener un disgusto. Cuando llegas a los enclavamientos de las cuerdas fijas, anclajes casi siempre en el suelo, hay que agacharse, soltar el jumar, intentar recuperar la frecuencia cardiaca y volver a engancharse, todo lo que veo me parece irreal, cuesta creer que estoy subiendo por esta cresta de casi tres kilómetros por encima de ochomil quinientos metros, la “cabalgada” mas alta del mundo.
Llevamos un ritmo (bueno el que impongo yo) de 20 metros antes de tener que parar a descansar unos segundos, mas metros, mas pasos es imposible para mi.
Son las tres de la mañana, la temperatura se mantiene estable a 37º bajo cero, pero no siento frió al estar en movimiento, de hecho me quito los guantes de ataque a cima, y me quedo solo con los de lifa y los guantes de forro polar con windstopped, es mas, me quito la capucha, me encuentro muy bien.
Se que estoy cerca del primer escalón, la primera gran dificultad de esta montaña, y estoy nervioso por llegar a el y ver como reacciono.
Ahora mientras camino, descendemos unos metros de la arista y así tengo un pequeño parapeto hacia el lado sur, por este lado no me voy a caer, eso si, por el lado norte, mi derecha, si me caigo, me mato seguro.
Veo el primer escalón, hay 6 luces paradas haciendo cola, una subiendo y 4 luces que vienen hacia mi, otros 4 que no lo ven factible. Me pongo en tensión, ¿y si estos alpinistas son mejores que yo?. Me cruzo con ellos, me desean suerte.
Llego al pie del primer escalón y me pongo a la cola, la gente que esta esperando para subir se giran y me hacen un signo para que pase yo antes que ellos, les digo que sin problema, que espero, pero uno me dice en ingles que nos han visto subir muy rápidos y que seguro que lo pasamos en pocos minutos, yo acepto agradecido el no tener que hacer cola, y lo que esto supone por pararme a esta altura, pero no estoy tan seguro de la afirmación que me han hecho los que me preceden.
Primer escalón, 8.534 metros de altura sobre el nivel del mar.
Son casi las cuatro de la mañana, la temperatura es de 37º bajo cero, y tiene una altura de unos 9 metros, bastantes verticales.
Se trata de una escalada mixta en roca y hielo, y aunque repito que fácil, a esta altura da como resultado que la gente se de la vuelta.
Cuando me pongo debajo de este muro, la verdad es que impresiona, además no tengo tiempo para miramientos, la gente que esta aquí, solo espera que yo lo suba rápidamente, detrás, Muktu, me “empuja” sutilmente, pero enérgicamente. Me sube el regulador a 3 litros por minuto.
Mi frontal ilumina una pared oscura, tenebrosa, a mi derecha solo veo el vació, Muktu y Pasang enfocan sus frontales a la pared.
Me acerco, me aseguro y empiezo a escalar.
Hay muchas cuerdas fijas de otros años, tal es así que cuando he subido cuatro metros se me han enganchado en los crampones varias de ellas y debo soltar una mano y desengancharlas.
Estoy jadeando a tope, tengo el corazón muy acelerado, no me parece difícil pero si aéreo y delicado.
Noto una vez mas como las afiladas puntas de mis crampones se agarran al delicado hielo, ya muy picado por los que han pasado por este tramo y como arañan la roca, me trasmiten seguridad.
A mitad de la pared debes hacer una ligera travesía hacia la derecha, hacia el vació, con una mano tirando de mi jumar y con la otra amarrándome a las presas que veo y también a las cuerdas fijas viejas, y con un ultimo esfuerzo, me elevo y supero el primer escalón.
Estoy extenuado, muy acelerado mi corazón, pero satisfecho por pasar el primer gran obstáculo sin mayores problemas.
Me quedo sentando en el suelo, recuperando mi pulso normal, mi respiración normal, asegurado con el jumar a la cuerda fija, cuando minutos después se reúnen conmigo Muktu y Pasang.
Muktu me dice que he subido bien y rápido.
Me baja el regulador a 2 litros por minuto.
Debemos seguir.
Ahora comienza una delicada “cabalgata” hasta el segundo escalón, la mayor dificultad que hay que superar para acceder a la cima del Everest. Se trata de una travesía a 8.550 metros, por una arista muy delgada, la mayor parte del tiempo unos metros por debajo del afilado abismo, pero de vez en cuando, en algun paso te asomas peligrosamente al vació…al negro vació…
Seguimos caminando, cada uno sumido en sus propios pensamientos, mi mente vuela a la comodidad y seguridad de mi tienda de campaña en el CBA, a mi casa en Vitoria, pienso en Tanya, en Katya, en mi madre, y se que en estos momentos no estarán durmiendo, preocupadas por mi ataque a cima.
A esta altura es muy fácil que la mente empiece a divagar por cualquier motivo, la falta de oxigeno, la monotonía de este lento y agónico caminar, las horas y horas de avanzar por tramos a oscuras, sin saber que hay mas abajo, aparte del vació desgarrador que espera impaciente para engullirte si comentes el mas mínimo error.
Concentración Josu, me digo, concéntrate, concéntrate no paro de repetirme, lo positivo es que no muestro signos de cansancio, de hecho me encuentro muy fuerte, hoy es mi día, pero no quiero pensar en la cima, han sido tantos sin sabores en esta montaña, que el pensar en la cima, lo voy a descartar hasta que solo este a pocos metros de la misma, me impongo dos pensamientos, concentración y no pensar en la cima, así una y otra vez, me lo repito cincuenta veces, cien veces, mil veces…
La oscuridad empieza mitigar un poco en el horizonte, hacia el Este, son las 4 y cuarto de la mañana y todavía no distingo el segundo escalón que es lo que mas preocupado me tiene, delante mío veo muchas frontales, pero cada vez los tengo mas cerca, se que los voy a alcanzar, posiblemente pienso con satisfacción que voy a alcanzar a todos y adelantarlos, voy “incendiado”, hoy es mi día, me pregunto si Javi estará en ese grupo, me imagino que Muktu y Pasang pensara lo mismo sobre Lhakpa.
Efectivamente en este tramo del lomo NE, adelantamos al grueso de alpinistas que habían salido casi dos horas antes que nosotros.
El lomo por el que caminamos es prácticamente recto, pequeñas subidas y bajadas, siempre asegurado por la cuerda azul, la cuerda oficial de este año, dato que no debo olvidar, aunque en algunos tramos si veo trozos de cuerdas blancas y rojas, muy rotas de otros años, cuerdas que flotan al vació cual jirones de una vela destrozada por el viento…que alegrías habrán deparado estas cuerdas, que tragedias podrían contar...pero que me pasa… en que estoy pensado… recuerda Josu, concéntrate y no pensar…pero es tal la monotonía que a la primera de cambio mi mente vuelve a divagar.
Sigo con el ritmo de 20 metros antes de pararme, pero yo se que es un ritmo bueno, muy bueno, otros alpinistas con los que he hablado en otras ocasiones y que también han conseguido la cima del Everest, me han comentado e incluso lo he visto en sus filmaciones que a los 10 metros debían parar. Muktu por si acaso no para de repetirme una y otra vez:
- Josu strong, Josu quickly, very quickly…
Ahora ya solo tienen que estar por delante nuestro, muy pocos alpinistas, y seguro que estarán en la zona del second step, seguimos sin ver el segundo escalón, quizás porque una pequeña punta de hielo me lo tapa, cuando he visto por primera vez a este grupo de alpinistas estaban parados, por eso lo primero que pensé es que estaban esperando su turno para superar el segundo escalón, pero ahora que he llegado a este punto se el motivo.
Hay un alpinista tumbado sobre el hielo, en un pequeño recoveco, esta tumbado, solo le sobresalen las manos, rígidas, sin guantes, esta muerto…
Seguimos avanzando, hay una pequeña subida para rodear unos diez metros por debajo un picacho de hielo, ya no se ven los alpinistas solo veo un negro vientre que todo lo engulle, hasta la luz de mi frontal… según bordeo este aéreo picacho sales a una pequeña travesía horizontal en hielo, esta travesía con una inclinación de casi 60º y que según va ganando metros se hace mas empinada, hasta que al final desemboca en el segundo escalón.
EL SEGUNDO ESCALÓN
Al pie del segundo escalón veo muchas luces frontales, un alpinista esta en mitad del mismo y otro esta saliendo del mismo.
Ya era hora de ver este punto, parte de la tensión acumulada en mi desaparece, se que si paso este punto, la cima se torna mas fácil.
Muktu me toca por la espalda y me dice:
Josu second step…
Como si yo no me he dado cuenta…
Cuando llego al segundo escalón me paro, hay cinco alpinistas antes que yo haciendo cola, detrás mío se paran Muktu y Pasang, no llevo ni 3 minutos esperando cuando dos alpinistas que hay delante mío, después de hablar unos segundos entre ellos, se dan la vuelta y dan por finalizada su expedición…
Por lo tanto solo hay 3 alpinistas delante mío, mejor, así me puedo fijar como superan este tramo.
El siguiente en la cola de espera, ve que es tu turno y se dispone a encararse por esta vertical pared, todos nosotros le damos luz con nuestras frontales.
Sube muy rápido, tanto es así que casi no me da tiempo a fijarme bien por donde ha subido, se trata de un sherpa que lleva a un cliente y ya ha subido este segundo escalón mas veces, luego su cliente medio izado, lo sube rápido, le toca el turno al que esta justo delante de mi, se trata de un alpinista checo (David Fojtik) que va sin oxigeno.
Interesante pienso yo.
Me mira y yo le digo que adelante, le deseo suerte, le alumbro con mi frontal al igual que mis sherpas.
No lleva mochila, solo un piolet colgado a bandolera, empieza a subir y como lo hace lentamente puedo fijarme donde se agarra y por donde va, cuando supera este tramo, unos 5 minutos después, me toca a mí.
Es mi momento, si paso este muro, todo puede acabar bien.
Son las 5 y cuarto de la mañana.
El segundo escalón esta a 8.604 metros de altura.
Este muro tiene una altura de 16 metros, casi verticales.
La temperatura es de 40º bajo cero.
Me acerco a la pared, no tengo miedo, solo respeto y ganas de meterle “mano” a este paso.
A mi izquierda tengo un muro de roca que me protege, parece un diedro grande, atemorizador, enfrente de mí el segundo escalón y a mi derecha el negro vació, sin protección alguna.
Muktu me sube el consumo de oxigeno a 3 litros por minuto.
El inicio del segundo escalón es una pequeña plataforma de hielo, se me han quedado fríos los pies, pese a los calientapiés químicos, doy un paso y me quedo con la nariz pegada al muro, me suben las pulsaciones…
Llevo enganchando el jumar a la cuerda que hay fija para este delicado tramo.
El segundo escalón consta de dos partes, la primera es un tramo casi vertical de unos 60º de inclinación, y de unos 10 metros de altura, donde predomina mas la roca que el hielo, la dificultad es de 4º alpino.
Izo mi pie izquierdo e intento que las puntas de mis crampones muerdan una placa de hielo, lo consigo, cargo mi peso sobre mi pierna izquierda y me elevo, a la vez que con la mano derecha avanzo unos preciosos centímetros con mi jumar, luego el pie derecho lo izo justo un poco por debajo del izquierdo, buscando una presa en roca, muy cercana al vació, una vez mas las puntas de mis crampones rascan el duro granito, pero al final se detienen…
Con mi mano derecha voy tanteando en la roca y gracias a la luz de mi frontal y la de mis sherpas, busco posibles “presas” para agarrarme, y las encuentro y me aseguro a ellas, voy con mis guantes de lifa y forro polar, y no siento nada de frió en mis manos, pero lo que si que siento es que me va a estallar los pulmones, este esfuerzo es sobrehumano.
Estoy totalmente sujeto a esta pared solo con mis pies y manos y gracias al jumar me siento un poco mas seguro, pero yo siempre confió en mis recursos alpinisticos.
Sigo subiendo, pasados los primeros metros, la pared se torna más fácil, hay mas presas tanto para pies y manos, aunque son todas de roca, el hielo ha desaparecido, quizás debido a que ha pasado mucha gente. La cuerda fija esta medio encajonada en una fisura vertical, por la que yo avanzo lentamente, esta fisura marca el camino de subida, a mi izquierda hay otra fisura, un poco mas ancha que me tienta, pero esta casi a un metro de distancia de la fisura que yo sigo, y no me apetece salirme de la ruta.
Estoy sudando, jadeando y el corazón aceleradísimo, termino de superar los primeros 10 metros y me encuentro en un fuerte repecho con pequeñas “calvas” de hielo duro, con un par de pequeños peldaños en roca y llevan justo debajo de la escalera metálica que colocaron los chinos hace muchos años (posiblemente la original ya haya sido sustituida) para superar este segundo tramo.
Pero cual es mi sorpresa cuando veo que no hay una escalera, ¡sino dos¡
Lo primero que pienso es que la falta de oxigeno en mi cerebro me hace ver doble, pero no, es cierto, hay dos escaleras, la segunda escalera esta colocada casi a la mitad de este segundo tramo.
También veo mas a la izquierda de la segunda escalera, la verdad es que están las dos unidas, (y son de diferente color) que hay un fisura ascendente que acaba en un agujero que se mete hacia el interior…, y en este momento sale a flote mi vena escaladora y siento profundos deseos de intentar subir en técnica de escalada este segundo tramo (Yo se por otros alpinistas, que se ha subido en libre por esta fisura) pero al final me rindo a la evidencia y el cauce normal en esta situación.
Pienso si la escalera estará bien asegurada, después de tanta gente que ha pasado por ella y las extremas temperaturas que deben soportar sus anclajes y partes metálicas.
Desecho este pensamiento, aquí ya no queda mas remedio que fiarse de lo que hay.
También hay muchas cuerdas fijas de otros años, abandonadas, algunas muy rotas, pero yo busco rápidamente la de color azul, voy sin gafas y veo perfectamente pese a que es de noche. Me suelto la cuerda del jumar, y una vez más durante unos segundos, estoy sin asegurar, rápidamente me engancho a la cuerda fija que lleva al final de la escalera…con supremo esfuerzo me izo y logro colocar mi pie derecho en el primer peldaño metálico, intentando encajar el hueco de mis crampones en el peldaño. Rápidamente tiro de jumar hacia arriba y con mi mano izquierda me agarro a un peldaño superior al de mi pie, luego coloco el otro pie y así peldaño a peldaño, voy subiendo este tramo de unos seis metros de escalera metálica.
Cuando llego a la altura de la segunda escalera, extiendo tímidamente mi mano para asegurarme por mi mismo de que hay dos escaleras, la toco…es cierto…existe…otro dato mas.
Mas a la izquierda veo perfectamente la fisura, que claramente se ve que se puede escalar en libre, pero haber quien es el “guapo” que lo hace a mas de 8.600 metros de altura.
Yo no.
Cuando se acaba la escalera, tengo el corazón a 200 pulsación ¡palabra¡ y voy muy asfixiado, quiero salir de este tramo ¡ya¡ pero mi sorpresa es mayúscula, la salida es hacia la derecha, hacia el vació, sigo la cuerda y de repente me encuentro en la plataforma mas pequeña y aérea de mi vida.
Estoy prácticamente de pie sobre 2.800 metros de caída, con un abismo negro a mi espalda, con el corazón galopando locamente en mi pecho y con unas ganas tremendas de sentarme a recuperarme.
Pienso muy preocupado por esta plataforma, pues luego en la bajada, deberé volver a pasar por ella pero a la inversa, y la verdad es que es aérea y muy mal asegurada, un mal cambio de jumar o falso traspiés y bato un record de caída libre…y ¡ojo¡ no seria el primero ni segundo que se ha caído precisamente en este punto.
Doy dos pasos hacia la izquierda y vuelvo de nuevo a la tranquilizadora senda en el lomo NE.
Me encuentro tumbado en el suelo al checo que va sin oxigeno, esta totalmente extenuado, me tumbo a su lado y nos damos la mano en señal de OK.
Estoy intentando que me bajen las pulsaciones cuando aparece Muktu, se me acerca y me dice al oído, alto y claro:
- Josu summit, sure…
Si, ahora parece que la cima puede ser segura, Muktu esta más contento que Yo, luego aparece Pasang, también jadeante.
Muktu decide dejarme el regulador a 3 litros por minuto, lo normal a estas alturas, me deja descansar unos cinco minutos hasta que yo me levanto y le hago un además para seguir.
Le miro al checo para indicarle que el va primero, pero me hace un gesto para que le adelantemos, luego saca su cámara de fotos y me hace una foto, justo antes de iniciar la marcha, le digo:
- See you in summit…
Nos ponemos en marcha.
Son las 5 y medio de la mañana, empieza a amanecer, que ganas tengo de ver el Sol, de ver todo lo que me rodea, seguimos avanzando, ahora todo el camino es cuesta arriba, pero sin grandes sobresaltos, casi siempre vamos protegidos por la arista misma, pues caminamos unos 6 metros por debajo de la misma, por la vertiente norte.
Debemos caminar unos 200 metros hasta llegar al tercer escalón.
Mantengo el ritmo de 20 metros antes de cada parada, Muktu va murmurando “oh mani padme hum”, y yo empiezo a creer que puedo subir a la cima del Everest, ahora solo tengo miedo de que al amanecer el día se estropee y tenga que darme la vuelta.
Pienso en todo lo que he deseado esta cima, pienso que solo pido este día, hoy, unas horas más de buen tiempo, pues al ritmo que vamos no necesitamos mas, empiezo a rezar Dios para que me conceda esto.
Empiezo a rezar, pero hace tanto que no rezo, que no me acuerdo muy bien del padrenuestro, así que más bien que mal, lo termino y me anoto mentalmente, que debo aprendérmelo bien.
La cuerda azul esta muy rota en este tramo, se ve que la gente aquí ya no controla mucho y la pisa continuamente con los crampones, yo creo que voy muy bien de “coco”.
Amanece, que grandeza visual, el Himalaya esta a mis pies, no hay ninguna montaña en el mundo por encima mío, solo la cima del Everest que me espera, pero de momento fiel a mi promesa, no quiero pensar en la cima hasta que este cerca, otra decepción tan cerca de la cima, quizás no seria capaz de superarla.
Este amanecer es una explosión de vida y color, de percepción del entorno enrarecido que me rodea, de sentir los rayos de Sol en mi cara, parece que soy capaz de saborear este aire empobrecido en oxigeno…es irreal…
Veo el Cho-Oyu muy abajo y varias cimas del Himalaya, a otras muchas, no les veo la cima, pues las nubes están por debajo mío y me las tapan.
Enfrente de mí veo el tercer escalón y el pináculo o “pirámide” de hielo que bordeándolo lleva a la cima.
EL TERCER ESCALÓN
Superar el tercer escalón no es mas que subir una fuerte rampa, pero sin ninguna dificultad.
Estamos a 8.750 metros de altura, Muktu me dice que debo cambiar la botella de oxigeno y yo le digo que OK, Muktu me manda parar en un pequeño plato de 4 metros cuadrados, justo a 10 metros del inicio del pináculo.
Paro y me siento, se acerca Muktu y Pasang, Muktu me comenta que aquí vamos a cambiar mi botella de oxigeno y que vamos a desayunar un poco de Té y unas galletas, yo asiento.
Noto como Muktu saca mi botella de mi mochila, me desengancha el regulador y lo mas rápido que puede me coloca la botella nueva, en total unos 3 minutos, veo que Muktu tiene la botella en la mano, pensando donde dejarla hasta que bajemos (de hecho en el camino en los últimos doscientos metros hay muchas botellas, algunas llenas y listas para ser usadas en la bajada por los alpinistas y dejadas previamente, y también botellas vacías para bajarlas al volver de la cima y subir con el mínimo peso posible)… pero Muktu no sabe donde dejarla para la bajada…y es cuando Yo al girarme un poco mas hacia atrás, buscando un sitio idóneo, veo emergen de la nieve una mano, totalmente negra por la congelación, con los dedos abiertos y cual seria mi sorpresa mental al descubrirme a mi mismo pensando en decirle a Muktu, que la encaje en ella de forma macabra para que el siguiente que la vea…rápidamente desecho este pensamiento y pienso con estupor…si ahí esta la mano…donde esta el resto del cuerpo…¡horror¡ estoy sentando sobre sus muslos, que totalmente cubiertos por la nieve han tapado el cadáver.
Pero no me muevo, el esta muerto, yo estoy vivo y debo descansar un poco mientras bebo Té y como unas galletas.
Muktu y Pasang no se inmutan excesivamente por este hallazgo, ellos están a hacer su trabajo lo mejor posible.
Sigo con el regulador a 3 litros, pero ahora se que tengo oxigeno de sobra con esta botella para llegar a cima y bajar bien al C.III.
Mientras bebo el caliente y dulce Té, hago un chequeo mental de mi estado: de cabeza voy bien, los dedos de las manos los tengo muy calientes, pero los dedos de los pies no los siento desde el inicio del segundo escalón, me pongo a pensar que me faltan 90 metros para llegar a la cima, casi una hora, y que de seguir así, como mucho, y siendo optimista podría perder hasta seis dedos (me digo a mismo) y me parece aceptable perder seis dedos de los pies por amputaciones, de las manos, no, así que muy contento con mi actual estado, decido que voy a seguir hasta el fin. (Ya veis que pensamientos más raros se tienen a estas alturas…desconcertante…)
Permanecemos aquí sentados 15 minutos, la temperatura esta empezando a subir, el Sol nos golpea directamente y se nota, le digo a Muktu, que por favor saque mis gafas de glaciar del bolsillo superior de mi mochila.
Muktu me dice que debemos seguir, me pongo en pie, siempre el primero, miro hacia atrás y no veo a nadie, todo el mundo esta muy atrás, no me he cruzado con Javi ni con Lhakpa así que creo que tienen que estar por delante de mí y que hoy puede ser un día muy feliz.
Me pongo en marcha, me engancho a la cuerda fija, comienzo a andar, increíblemente mantengo el ritmo, me siento muy fuerte, llego al pináculo y veo que se bordea ligeramente por la izquierda, la huella es evidente, subo por ella, aquí se empina un poco, pero solo son cuatro metros, bordeando una gran roca muy cubierta por la nieve, según la bordeo y empiezo la travesía hacia la derecha, me pega un fuerte un tiron en el gemelo derecho, grito, creo que se me ha subido la “bola”, me paro, Muktu se acerca a mi y me mira, yo tengo la pierna recogida y a Muktu, el bueno de Muktu, no se le ocurre otra cosa que empezar a darme un masaje en mi gemelo derecho (mientras me rio, le digo que pare, que estamos batiendo el record del mundo de altura en dar un masaje), disminuye el dolor y seguimos caminando, aunque cojeo un poco, pero nada preocupante.
Esta travesía es irreal, es de izquierda a derecha, hasta que te sitúas justo de debajo de la cima norte del Everest, cuando elevo mi mirada veo una muralla blanca, con muchos contrafuertes que mueren en las cornisas cimeras.
Esta travesía, una vez que estas de nuevo en el lado Norte, tiene una inclinación de 60º, la cuerda esta asegurada a la altura de mi cintura en el hielo, y estamos caminando sobre una huella, casi tallada en la pendiente de no mas de 20 centímetros de ancha, debes poner un pie justo delante del otro.
Cuando estamos a 8.800 metros de altura, hay un fuerte giro hacia la izquierda, para coger una especie de diedro en hielo muy abierto, que lleva a la arista que acaba en la cima del Everest.
3 metros mas a mi derecha, justo antes de coger la entrada de este diedro, hay una cuerda muy tensa, que viene de la arista cimera y que tiene a un alpinista francés (Jacques Letrange) colgando muerto, este alpinista se cayó ayer, a unos metros de la cima justo cuando bajaba. Muktu viene hasta donde estoy yo y coge la cuerda del muerto y la separa de la cuerda que vamos a usar nosotros.
Miro bien el cadáver, esta colgando del arnés de escalada, el cuerpo lo tiene medio volteado, y las cuatro extremidades las veo en una posición muy grotesca, antinatural, hasta que me doy cuenta que las tiene rotas debido al impacto de la caída, hasta le falta una bota…
No dejo que esta visión me altere, no me quedan más de 10 minutos para llegar a la cima del Everest.
Subo por el pequeño diedro, la verdad es que es una ventaja que haya adelantado a todo el mundo, tiene una inclinación de 30º y un recorrido de unos 20 metros, que acaba en una gran piedra negra, a la que esta sujeta la cuerda fija mediante un gran lazo de cuerda.
Tiro del jumar, y alcanzo la arista cimera del Everest, según llego me siento en el suelo y veo dos piedras pequeñas que se han desprendido de ella, las cojo y cuando sube Muktu, le digo que por favor me las guarde en el bolsillo superior de mi mochila, que son dos piedras de la cima del Everest…
Según termino de hablar, empiezo a llorar, dos piedras de la cima del Everest…se me hace un nudo en la garganta y sigo llorando…
LA CIMA
Me pongo de pie, y aunque se perfectamente donde estoy le pregunto a Muktu, como si todavía no me lo creyese, que cuanto falta para la cima y me dice que unos 40 metros…camino asegurado por la cuerda fija, estoy totalmente erguido, a mi izquierda según subo, veo la cornisa que cuelga al vació muy cercana a nuestra huella, no mas de un metro pero parece segura, traza una ligerísima curva hacia la derecha, lo cual me permite ver los contrafuertes de hielo que desaparecen en el abismo. Nuestra subida en estos metros finales, son suaves pendientes, que se suceden como olas que mueren en la playa dulcemente, depositándonos cada pendiente de forma natural en la siguiente, cada vez mas altos, cada vez mas cerca…
Muchas banderas de oraciones que parten de la cima del Everest, cuelgan al viento, banderas multicolores, que destacan frente al blanco hielo cimero, y que llegan hasta donde yo estoy.
Están ondeando libremente al viento, en medio de enormes bloques de hielo colgantes, que en mi imaginación semejan enormes merengues que una mano misteriosa ha colgado en precario equilibrio, justo antes de la culminación de esta montaña, del Everest.
A los 20 metros veo a Lhakpa de pie en la cima del Everest y Javi sentado a sus pies, en el techo del mundo, saludándome, me preparo emocionalmente para este momento que se me avecina, la culminación de un sueño.
Detrás de Javi, ya no veo montaña, solo veo el límpido cielo, es imposible subir mas, porque ya no se puede subir mas, esta montaña se acaba aquí, este punto es el limite en altura del Planeta Tierra.
Justo cuando estoy a 10 metros de la cima, elevo mi mirada al firmamento y pienso en mi difunto padre, pienso que me esta viendo desde el cielo y realmente creo que ha”hablado con alguien” para que hoy tuviese buen tiempo. Esta va por ti papa.
Este pensamiento me hace soltar mas lagrimas, pero lagrimas de felicidad…
Cuando estoy a 5 metros de la cima, va Muktu y me adelanta y pienso, pero será cab… ha subido 4 veces a la cima del Everest, lleva un mes detrás mío, siempre detrás, y ahora que estamos llegando a la cima va y me adelanta…bueno que le vamos a hacer…sigo caminando, Javi no para de saludarme con la mano, la cuerda fija llega hasta la misma cima del Everest, de hecho Javi esta sentado a su izquierda.
Y es en este momento cuando, estando Muktu a un metro de la cima se gira y me dice:
- Josu, your summit please.
Y me hace un gesto con la mano invitándome a pasarle, regalándome Muktu este momento.
Yo me paro detrás suyo y le digo que no, que ha sido un buen sherpa, un buen amigo, y que quiero que llegue el primero, el me dice que no, yo que si, el que no, pero bueno, será posible que estemos discutiendo a menos de un metro de la cima quien llega primero, le ordeno que suba el…Muktu se gira da un paso y cuando esta justo a 50 centímetros se gira rápidamente, me coge de la mano tira de mi y entramos los dos a la vez en la cima.
Son las 8 horas y 15 minutos del día 18 de mayo.
Estoy en la cima del Everest, no paro de llorar, me abrazo a Muktu y le digo en ingles:
- Thank you, my brother…
Sin parar de llorar me agacho y me abrazo a Javi, y le digo entre sollozos:
-Javi, estamos en cima del Everest.
Y Javi empieza a llorar, noto como su cuerpo se sacude por los sollozos, al mismo compás que el mío.
Luego me levanto, llega Pasang, le abrazo y observo, que nuestro equipo al completo ha hecho cima, además estamos solos en la cima del Everest.
¡Lo he conseguido¡
¡Lo he conseguido¡
Que paz infinita me envuelve, que tranquilidad respira mi alma, soy el hombre mas feliz del mundo…dejo de llorar y veo a un alpinista que sube por la cara Sur, llega hasta la cima, le hago sitio, y le digo en ingles que no me lo puedo creer, que estoy en la cima del mundo y el me dice en ingles, que también, nos abrazamos y empezamos a llorar los dos, luego saca la cámara de fotos, viene solo y me pide que le saque una foto, le saco 2 fotos, le entrego la cámara, se da la vuelta e inicia el descenso, solo ha estada aquí arriba 2 minutos.
Según inicia el descenso, me acuerdo del Escalón Hillary a 8.800 metros de altura, una dificultad muy seria cuando subes por la vertiente Sur (Nepal) y yo que me encuentro muy fuerte, inicio el descenso detrás de el, hacia la cara Sur para ver el Escalón Hillary. Desciendo unos metros en desnivel hasta que lo veo, también observo perfectamente la cumbre Sur del Everest y dos alpinistas llegando a ella, todavía les queda un rato hasta que lleguen a la cima principal.
Inicio la subida por esta vertiente, subiré unos 35 metros, pero es igual que las imágenes que he visto en las películas del Everest.
Veo que Muktu esta con el walki, esta informando a nuestro cocinero en el C.B.A. de que hemos hecho cima.
Vuelvo a la cima principal del Everest.
Everest, 8.848 metros de altura, el mundo esta a mis pies, además esa es la sensación que tengo, soy consciente de ello, la cima del Everest es muy pequeña, el viento la ha tallado y es igual que las montañas que dibujan los niños, acaba en punta y solo cabe uno, Javi sigue sentando a la derecha de la cima según subes por la cara Norte, y según das un paso en la misma cima hacia izquierda o derecha cabe otra persona, parece un podium como en la entrega de medallas, luego tanto hacia la cara Sur como la cara Norte, das un paso hacia abajo y se vuelve mas ancha, pudiendo acoger mas alpinistas, pero en la cima solo cabe uno.
Que sensación, miro hacia el infinito y es tal la sensación aérea que creo que si extiendo los brazos voy a salir volando, de hecho extiendo los brazos, como un pájaro a punto de iniciar el vuelo…Muktu que me ve, se me acerca, coge mi brazo izquierdo y empieza subirlo y bajarlo varias veces, le miro y se que esta celebrándolo conmigo, parece que esta mas contento que yo, al final nos quedamos los dos unos segundos con nuestros brazos en alto, en señal de triunfo…
A la izquierda de la cima, justo a 40 centímetros, hay una foto enmarcada del Dalay Lama, la cima esta llena de banderas de oraciones que parten de la cima misma, están sujetas a la cima con varillas de bambú, también hay “jathas” o pañuelos color ocre sagrados, la cima esta llena de ellas, hay muchas cuerdas muy finas, para unir las diferentes banderas de oraciones, en las que se te enredan las puntas de los crampones.
Lhakpa abre su mochila saca un rollo de banderas de oraciones y nuestros tres sherpas, mientras murmuran a la vez: Oh mani padme hum, las sueltan libres al viento con un poco de arroz “bendecido”.
Luego Muktu saca una foto del hermano de Sonam, fallecido en un accidente de helicóptero unos años atrás y la entierra al pie de la foto del Dalay Lama, yo inmortalizo este momento, posteriormente Muktu saca la bandera de NEC y Javi, Muktu y Yo posamos para la posteridad en este punto, luego me quito la mascara de oxigeno y nos sacamos mas fotos sin mascara.
Saco fotos a Lhakpa y Pasang, en total sacamos 20 fotos.
Decido bajarme el osito de peluche de Katya, con la foto del hermano de Sonam, ya hemos dejado bastante en la cima.
Aparecen dos buzos de ataque rojos subiendo por la cara Norte, llegan a la cima del Everest y según llegan se sientan al lado de Javi, yo sigo de pie en la misma cima, no quiero moverme de este punto, no quiero, me acerco a ellos, les felicito en ingles (se trata de Miss Pauline Sanderson y Mr. Philip Sandensor, britanicos) nos abrazamos los tres y empezamos llorar, les dejo disfrutando en su intimidad de este momento, me vuelvo a la cima del Everest, mi atalaya.
El día es precioso, la temperatura es de 24º bajo cero, ¡que lujo¡, en el horizonte, veo la curvatura de la tierra, la veo perfectamente, hacia arriba, observo que el cielo ya se torna mas oscuro, acariciando el negro espacio estelar…
Aparece el checo que viene sin oxigeno, Muktu, Pasang y Lhakpa se bajan hasta donde esta el y le animan en los metros finales, cuando llega a la cima, me bajo, se la “cedo”, nos abrazamos y empezamos a llorar de nuevo los dos, le doy mi enhorabuena y le digo en ingles que el si que es fuerte, que ha subido el Everest sin oxigeno, por la cara Norte y en un tiempo cercano al mío, luego David saca una bandera con el “logo” de su patrocinador y me pide que le saque una foto, yo cumplo con su deseo, hecho lo cual se baja.
Yo vuelvo a mi atalaya, me quito la mascara de oxigeno y juro por Bhuda (que aquí es mas correcto) que el aire me sabe diferente, fresco, vivo, es diferente, se queda grabado en mi mente para siempre esta sensación, luego al minuto noto que me ahogo, y me vuelvo a poner la mascara.
Nuestros sherpas no paran quietos, Javi sigue sentado, me vuelvo a agachar, y ahora mas tranquilo, le digo que lo hemos conseguido, que hemos hecho bien los deberes, nos abrazamos de nuevo y como vuelvo a llorar, le vuelvo a contagiar a Javi mi llanto.
Parece que el tiempo se ha detenido, todo parece que sucede a cámara lenta, pero soy consciente de todo, todo esta quedando grabado en mi mente, pienso en la alegría que le voy a dar a mi madre, a Tanya, a Katya, a mi hermana y familia…y vuelvo llorar, nunca unas lagrimas me supieron mas “dulces”…estoy en la cima del Everest.
Se acerca Muktu y me dice que tenemos que bajar y yo le digo que me deje un poco mas, que solo llevamos 5 minutos en la cima, Muktu me dice que son las 9 de la mañana, y que llevamos 45 minutos en la cima del Everest…se me ha pasado el tiempo volando, pero ahí que bajar, hay que olvidarse de las sensaciones vividas aquí y este efímero relax y concentrarse en la bajada.
Vuelvo a mirar a mí alrededor, el Makalu, el Lhotse, el Cho-Oyu, en la lejanía el Kanchenjunga…el mundo a mis pies… Y si, hay veces que los sueños…si se cumplen…
APUNTES FINALES
Empezamos a bajar los cinco a las 9 horas y 5 minutos de la mañana.
Normalmente a la gente le cuesta bajar unas 6 horas hasta el C.III. a 8.350 metros.
A las 9 horas y 10 minutos me cruzo con Carlos y su sherpa Pemba Nuru a escasos 40 metros de la cima.
A las 10 horas en punto me cruzo con José al final del tercer escalón, José me pregunta que cuanto le queda y aunque yo se que le quedan unos 45 minutos aproximadamente, le miento y le digo que en 20 minutos estará en la cima, nos abrazamos muy emocionados.
A las 11 horas y 30 minutos, solo 2 horas y 25 minutos llegamos los cinco al C.III. a 8.350 metros ¡increíble¡
Aprovecho para llamar a mi madre, a Tanya y a la prensa, pero empecé a llorar y no se me entendía nada, pero al final logre hacerles entender de qué habia logrado la cima y ya estaba en el “seguro” C.III.
Muktu nos recomienda seguir bajando, aunque lo normal es que la gente al bajar de la cima se quede a dormir en el C.III. como nos vio fuertes y rápidos, nos aconseja salir de este C.III. pues con mal tiempo y poco oxigeno, puede ser una trampa mortal.
A las 14 horas, llego, al ahora si, seguro C.II. a 7.790 metros, llego cansado y decido pasar aquí la noche, en compañía de Lhakpa y Pasang que también vienen un poco cansados.
Ahora mas tranquilo hablo con mis seres queridos.
Javi en un alarde de portento físico sigue bajando y las 17 horas esta en la tienda comedor del C.B.A. una vez mas increíble. Muktu se baja con Javi.
Al día siguiente, 19 de mayo, a las 13 horas, llego al C.B.A. muchos sherpas me felicitan por mi logro de ser el primer diabético del mundo en escalar el Everest, por mi tesón en seis expediciones hasta que he conseguido la cima.
EVEREST | 8848 m. | 2006 | THE SEVEN SUMMITS |PRIMER DIABÉTICO DEL MUNDO