Polo Norte Geográfico 14 DE ABRIL DE 2OO2 | PRIMER DIABÉTICO DEL MUNDO

Real Orden al Mérito Deportivo Español

Insignia Olímpica (COE). Miembro The Royal Geographical Society

Aro Azul, Federación Internacional de la Diabetes (IDF)

Ganador de la FAN EDITION de los premios BORN TO BE DISCOVERY

JOSU FEIJOO

POLO NORTE GEOGRÁFICO | INFIERNO BLANCO CONGELADO

SAN PETERSBURGO

Por fin aterrizamos en San Petersburgo, ciudad esta en la que nos juntaremos con nuestros guías rusos para esta expedición.
Se trata de Víctor Boyasrky que ha cruzado de lado a lado la Antártida y ha alcanzado 21 veces el Polo Norte Geográfico y de Víctor Serov, que ha vivido 2 años en la estación antártica de Vostok y ha alcanzado 6 veces el Polo Norte Geográfico, a ultima hora se nos junta José Manuel Naranjo, experto en temas árticos y muy fuerte físicamente.
Al día siguiente y de noche vamos a un aeropuerto situado fuera de la ciudad y en un destartalado avión introducimos todo nuestro equipaje y volamos a la ciudad de Jatanga, en la siberia rusa, donde hay un Mamut, de hecho el único encontrado en perfecto estado de conservación, nosotros en el museo ártico de la ciudad, pudimos verlo.
En Jatanga debemos esperar dos días ha que tengamos un trasporte militar que nos lleve a la estación científica de Borneo.

AURORA BOREAL Y VUELO A BORNEO

Esa noche, alrededor de la una de la madrugada, con una temperatura de 25º bajo cero, pudimos observar durante mas de 30 minutos uno de los espectáculos mas bellos de la naturaleza, la Aurora Boreal.
Sencillamente es preciosa, espectacular.
Por fin Boyasrky nos anuncia que en dos horas volamos, tenemos preparado todo nuestro equipaje dentro de las pulkas o trineos.
Debemos volar con la ropa de expedición puesta desde aquí, y la verdad es que dentro del hotel con la ropa puesta estamos sudando a tope.
Por fin vamos caminando hacia la pista cubierta por más de un metro de nieve (helada y pisada) hacia nuestro avión.
Entramos por la rampa trasera y siguiendo las ordenes de los Víctor (ojo, aquí todos hablamos en ingles) vamos colocando nuestras pulkas.
Lo que nos extraña es que la bodega de carga del avión esta llena hasta los topes. No hay asientos, así que para el despegue nos sentamos en el suelo o nos agarramos a un pasamanos colocado en el techo del avión, mientras este corre a toda pastilla por la nieve dura, vamos con ruedas. Da miedo.
De pronto despegamos y para cuando queremos darnos cuenta estamos dejando atrás la tundra siberiana y empezamos a sobrevolar los hielos árticos.
Los pilotos rusos son muy amables y a mí, que me encanta todo lo referente a los temas de volar, me dejan, junto con mis compañeros, meternos en la cabina de pilotos y enredar, bajo su atenta mirada, con todo.
Llevamos conectados nuestros GPS, dentro del avión, y así sabemos la posición en la que estamos y lo que es mejor, lo que nos falta hasta Borneo, pues nos han dado las coordenadas exactas y ahora el GPS, en función GO TO, nos lo va diciendo.
De repente los pilotos nos previenen que vamos a aterrizar, pero como es posible, si todavía faltan 1000 kilómetros para Borneo, pero es verdad, el avión empieza a girar lentamente y aterrizamos.
Se abre el portón trasero y aparecen 4 militares rusos, estamos en medio de la nada, todo es blanco, a escasos 50 metros se ven barracones prefabricados de los cuales sale humo, señal inequívoca de que hay vida y calor, y también salen niños, con sus juguetes y todo.
Hay muchas antenas parabólicas y la verdad es que tiene toda la pinta de ser una base de seguimiento de…
Nos bajamos del avión, mas que nada por curiosidad y el frió es tal (30º bajo cero) que el vaho que sale de mi nariz se congela y me impide respirar. Los militares rusos, con la ayuda de los dos Víctor empiezan a descargar bidones (entendemos que de combustible) y uno de los militares rusos viéndonos a nosotros inactivos, nos dio cuatro gritos en ruso y nos pusieron a currar, bajando bidones. Haber quien es el guapo que protesta.
Acabada esta función, entramos al avión y 10 minutos nadie diría que habíamos estado allí.
Dos horas después nuestros GPS, nos indican que estamos en Borneo.

BORNEO

Borneo es un témpano a la deriva, que los rusos cada tres años habilitan para poner sus bases científicas.
Dicho témpano navega lentamente, aproximadamente 3 kilómetros al día de Este a Oeste. Suelen coger témpanos de 35 kilómetros por 25 kilómetros y más de 20 metros de altura sobre el nivel del mar.
Aproximadamente cada 3 años, cambian de témpano, para salir otra vez desde el Este hacia el Oeste, y siempre le llaman Estación Polar Científica Borneo.
Aterrizamos, aquí la temperatura es ya de 35º bajo cero, rápidamente sacamos nuestras pulkas y los Víctor nos aconsejan montar nuestra tienda de campaña. Luego nos invitan a ir a una cómoda tienda de campaña de la que sale humo, para cenar.
Aquí es ahora siempre de día, pues estamos en el periodo de 6 meses de luz solar, luego tocaran los seis meses de oscuridad.
La tienda en cuestión tiene puerta, suelo de madera, sillas, una estufa y la temperatura es de mas de 30 grados sobre cero, se esta muy bien.
Justo enfrente hay una tienda de campaña gigante, Víctor nos invito después de cenar a visitarla y lo que vimos nos dejo anonadados.
Gente guapa, pero cuando digo guapa, quiero decir guapa, vestidos con traje de noche tanto ellos como ellas, con camareros con pajarita, buffete libre, 4 televisiones de plasma, suelo con moqueta.
¡Pero que pasa aquí, le preguntamos a Boyasrky¡
En cuestión se trata de los nuevos millonarios rusos, que en un alarde de demostrar su poderío económico y además ganas de desafiar al frió, se van de picnic al sitio mas frió del planeta.
Víctor Boyasrky es toda una autoridad, todo el mundo “guapo” le quiere saludar y fotografiarse con el, también es lógico, es el numero uno del mundo en estas cuestiones. Por lo menos tiene el detalle de presentarnos a toda esta fauna humana.
Por cierto, que uno de mis bolígrafos de insulina se ha congelado en menos de 5 minutos, menos mal que tengo insulina para 1 mes, pero este dato me recuerda que debo extremar las precauciones, referente al cuidado de mi insulina.
Al día siguiente Boyasrky nos indica durante el desayuno que dentro de una hora vamos a salir hacia la posición de inicio de nuestra expedición, ósea los 89º00´00´´ Nos espera a todos dentro de una hora delante del helicóptero ruso Mi8 que nos llevara hasta la citada posición.
Nos vamos, ya tenemos ganas, aunque yo estoy nervioso, pues es mi primera expedición ártica y yo soy alpinista.

89º00´00

Para cuando me quiero dar cuenta ya estoy volando en el helicóptero y para cuando me quiero dar cuenta de nuevo, el helicóptero ya nos ha depositado en medio de este océano ártico congelado, de tan solo 1 metro de grosor, por donde vamos a caminar los próximos días arrastrando nuestras pulkas de 60 kilos de peso cada una.
Cuando el helicóptero se va, recuerdo que me invadió la sensación de soledad más grande de mi vida.
Rápidamente nos enganchamos a las pulkas, marcamos coordenadas y nos ponemos en marcha. Primero Boyasrky, y luego formando una serpiente multicolor, los demás, el ultimo va Serov, que además lleva el rifle, para repeler, aunque yo me ría, los ataques de los osos polares, único depredador aquí existente.
El primer día avanzamos solo 3 horas en las cuales recorremos 7 kilómetros, la temperatura es constante (35º bajo cero) el Sol afortunadamente lo tenemos de espaldas, siempre será así, porque nuestras gafas, debido al vaho se congelan continuamente y se hace imposible el usarlas.
Cuando paramos para montar el campamento, me suelto el arnés y cuando me voy a agachar, me duelen músculos que nos sabia ni que existían.
Montar la tienda fue para mí un verdadero suplicio, luego en el interior nuestro quemador no funcionaba bien y no lográbamos aumentar la temperatura interior, sin darme cuenta voy entrando en un estado de hiportemia, me abandone al dulce sopor de un sueño. Willy no hacia más que despertarme y decirme que tenía que comer algo, pero parado y sin calor estaba totalmente abandonado.
A que fracasamos al primer día.
En eso que entra José Manuel, ve nuestro estado, se preocupa, sale de nuestra tienda y cuando vuelve de nuevo, trae dos quemadoras nuevos, uno suyo y otro de los rusos. En menos de 20 minutos la temperatura dentro de mi tienda es de más de 35 grados. Vuelve la vida a mí y sonrió.
Al día siguiente, con agujetas todo hay que decirlo, nos despiertan los Víctor a las 7 de la mañana y nos comentan que a las 8 salimos. Willy y Yo preparamos el desayuno, nos vestimos, metemos todo dentro de las fundas y luego se trata de salir lo mas rápidamente posible de la tienda, desmontarla, meterlo lo mas ordenadamente dentro de la pulka y ponerse en marcha.
Aquí en cuanto te paras mas de 2 minutos, el sudor se enfría o sino tu calor corporal se esfuma.
Seguimos las pautas del día anterior, pero a mi, nada mas dar el primer paso se me rompen las fijaciones de los esquíes, le aviso a Boyasrky, viene donde mi (recordar que era mi guía y que le pagaba yo) me echa una bronca y me dice que nadie ha ido caminando hasta el Polo Norte Geográfico y que lo único que voy a hacer es retrasar al grupo. Yo no creo lo que estoy oyendo, en esto va Willy y le dice, que si Josu va andando el también, que no se preocupe por nosotros, que haga su trabajo de guía. Así que ahora estos van con esquíes, salvando las pequeñas grietas, (que son miles), y nosotros… andando.
Ese día recorremos 17 kilómetros, hemos empleado 7 horas y media hemos parado 3 veces, pero como en la primera parada, yo que iba sudando a tope, (como los demás, me imagino), se me congelo el sudor, y luego ponerme en marcha se me hizo tan duro, que yo le comente a Víctor que yo no iba a parar mas, que puedo aguantar una jornada de arrastrar mi trineo durante 7 horas y media sin comer ni beber. Me mira con asombro e incredulidad.
De nuevo montar la tienda de campaña, que después de una dura jornada de arrastrar la pulka es un suplicio, y que no se acaba aquí, sino que aun debemos coger nieve para luego fundirla y así tener liquido para poder beber y preparar nuestra comida, casi toda liofilizada, luego y lo digo totalmente en serio (nada de sentido figurado) descongelar el teléfono vía satélite y demás electrónica.
Pero día a día le vamos ganando terreno a nuestro destino final, el GPS, cada vez que lo consultamos nos da una alegría y nos señala que estamos mas cerca.
Aquí un día es igual a otro, siempre frió, siempre soledad, solo rota por alguna parada ocasional para salvar entre todos una gran grieta, la mente esta en blanco, arrastrar el trineo físicamente es duro pero mentalmente tienes que tener la cabeza muy bien “amueblada” el derrumbe psicológico es muy fácil, dentro de este infierno blanco congelado.
Hay tantas grietas pequeñas, en las que a veces metes la bota, con el consiguiente susto, que al final acabas por acostumbrarte y no es que bajes la guardia, sencillamente asumes que este Océano Ártico congelado, en cualquier momento puede abrirse y engullirte para siempre.

90º00’00

Siempre, repito, siempre, repites las mismas rutinas, rutinas que son las esenciales para la supervivencia en este terreno hostil, a veces sopla un poco mas el viento y nos ponemos a 51º bajo cero, pero nada importa, seguimos avanzando día a día, metro a metro y así, sin darnos cuenta, un domingo 14 de abril, a las 13 horas,del año 2.002, nuestros GPS, señalan los 90º00’00’’.

Una vez mas, lo hemos conseguido, estamos en el Polo Norte Geográfico, somos los primeros vascos en conseguirlo y estamos muy orgullosos de nuestra hazaña. Aquí, según reza una costumbre esquimal, no se debe llorar, porque si no se congelan las lágrimas.

Polo Norte Geográfico | 14 de abril de 2002 | PRIMER DIABÉTICO DEL MUNDO

JOSU FEIJOO

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